Violet Oaklander comenta la importancia de tiene el tener una colección de láminas y de imágenes (pueden ser postales, ilustraciones de libros infantiles, grabados de arte, cartas de tarot, tarjetas con palabras escritas, niños haciendo cosas) para generar narraciones por parte del niño, siempre bajo el concepto de que a través de éstas se generaran proyecciones por parte del niño.
Se sugiere que las imágenes sean imágenes surrealistas, pues de ésta forma se logrará que el niño extraiga una figura que para él sea significativa del fondo y al momento de narra una historia la proyección será más evidente, pues no será simplemente un niño describiendo una imagen común y corriente... si no que será un niño proyectando en una imagen fuera de la realidad, una situación o emoción importante para él.
Para trabajar con imágenes....
1. Se pide al niño que seleccione algunas láminas y las coloque en el piso, mesa o sobre una superficie plana.
2. Se le puede pedir que seleccione al azar (lo que más le atraiga) o que seleccione las imágenes de acuerdo a un título o tema. Con ésta selección se revela muchísimo sobre el mundo interno del niño, ya que puede decir mucho sobre lo que el niño está sintiendo en ese momento o en su vida en general.
3. Se pide al niño que elabore una historia y se pone en práctica los 14 pasos de trabajo planteados por Oaklander para llevar al niño a un darse cuenta de lo que está sintiendo o expresando por medio de esa historia.
4. Durante la narración el niño puede incluir elementos extra o personajes que no son visibles en las tarjetas. Además el terapeuta puede mover las imágenes de lugar y preguntarle al niño cómo afecta eso su historia... lo importante es tener la habilidad de identificar el tema principal de la narración del niño y hacerle ver qué hay detrás de eso que está contando.
Otra forma de trabajo...
El Dr. Richard Gardener decribe su técnica en el uso de narraciones, que puede utilizarse con el uso de imágenes de la siguiente manera:
2. El terapueta cuenta su propia versión, usando los mismos personajes que el niño pero ofreciendo una solución mejor.
3. Dado que la historia del niño es una proyección, por lo general refleja algo de su situación de vida. Cada cuento finaliza con una lección o moraleja y es muy importante conocer sobre la situación que el niño está viviendo para poder aplicar los 14 pasos de Oaklander de manera acertada y llevar al niño al descubrimiento e integración de ésta situación.
Las instrucciones son...
"Tú contarás una historia. Debe tener un comienzo, un desarrollo y un final. Cuando hayas terminado yo contaré un cuento usando tus mismos personajes. Cada historia tendrá una lección o moraleja."
Se puede ayudar a la narración del niño brindándole frases introductorias como "Había una vez"... "Y a éste personaje...." "¿Qué sucedió?"
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